VI Reconquista del Balcón de Lazkua - Casas rurales Estella, Navarra: Belástegui familiar y para mascotas
Nuevamente, este Jueves Santo ha tenido lugar la reocupación del Balcón de Lazkua, ya que, constantemente y de manera obstinada, las referencias oficiales a este paraje lo subordinan a Eraul. Por ello, uno se pregunta: ¿Habrá vida humana inteligente en esos despachos? Si la hay ¿será vida vegetal en maceta o pertenecerá al género sapiens, aunque sea de la variante semisapiens?
Al asunto. Las aguerridas tropas iban perfectamente equipadas con armamento que propicia el honorable ritual del combate cuerpo a cuerpo, hasta en eso son nobles los de Allín. Desdeñaron los escudos, ballestas, armas de fuego, artillería y las arrojadizas. Por ello portaban únicamente la RAZÓN y espadas de madera de la armería local. Armas que no fue necesario usar, ya que el enemigo no fue avistado en ningún momento. Así pues, el enemigo no asomó el morro y eso que se cantó, gritó, desafió y desafinó… abundantemente. Como es habitual, los acordes de los himnos de victoria estaban rasgueados por l@s bardos locales Carlos, Javi, Juanje y Eva, mientras Josetxo estructuaba, sin conseguirlo plenamente, las impetuosas voces de la belicosa partida.
Dicho esto, pongo a consideración de la cuadrilla guerrera que, además del necesario rescate territorial, urge pelear la reconquista cultural. Siempre, en el valle de Allín, se ha llamado a las tres moles rocosas que separan los valles de Allín y Deierri, como Peñas de Larrión. Además, las individualizamos con los nombres recogidos en la Toponimia Normativizada de Navarra: Lazkua, Altikogaña y Bargagorría. Estos tres topónimos son los que la tradición oral de Eraul ha conservado y los hacemos nuestros sin ningún problema. Hasta aquí, todo perfecto.
Pues bien, en numerosos lugares aparecen nuestras PEÑAS DE LARRIÓN referidas como Peñas de San Fausto, cuando es público y notorio que las Peñas de San Fausto son las ubicadas junto al Urederra y que conforman el impresionante desfiladero junto a las de Arrunbia, estas últimas en el lado opuesto, en la orilla de Eulz. Por ese angosto lugar transcurren la carretera y el río y por ello esa zona fue testigo de una emboscada de las tropas de Zumalakarregi. Además, el topónimo de San Fausto es reliquia de un pequeño eremitorio, después ermita con cofradía, que se ubicó en ese recóndito paraje junto al río y que rentaba a Irantzu.
Así pues, para los de fuera del valle, las Peñas de San Fausto llegan desde el desfiladero donde se ubicó la ermita hasta la Peña de la Abuela. Si nos dejamos, extendiéndose como un virus , será San Fausto todo el transcurso del Urederra, desde la Rotonda de la Cadena hasta el Nacedero.
Igualmente, comprobaréis en Internet como, en el cortado de Lókiz, la Cueva de San Prudencio de Ganuza, se está popularizando como Ojo de San Prudencio. En este caso, admito que el topónimo queda bien para gente con inclinaciones místicas o dependencias-adicciones esotéricas. A este ritmo, pronto será el Ojo del Karma posterior de San Prudencio.
Así que, combativa hueste de Larrión y tropas auxiliares, además de la reconquista territorial, juramentémonos con pacto de autoestima y honor, sellado con alianza de sangre, en aras del rescate cultural. Quien blasfeme llamando Peñas de San Fausto a las PEÑAS DE LARRIÓN, tenga como merecido correctivo pagar una ronda en la Venta, para absolutamente todas las tropas. Y para todos, significa: T-O-D-O-S.
Por lo tanto, si alguien después de haber errado, quisiera hacerse el remolón-a, conviene recordarle previamente el viejo lema y divisa: “Quien aquí benga a jugar/deba presente tener/ hablar bien y no jurar/ pagar si llega a perder”.
(Yo, porfa, me voy pidiendo un txupito de licor de café, que esté mucho frío y mucho negro… del que Natxo y Borja saben. Qué ya veréis cómo alguien la caga, y bien pronto.)
Pedro Argandoña Otxandorena.