32-El rebote/ El frontón(II) - Casas rurales Estella, Navarra: Belástegui familiar y para mascotas

Al iniciarse la tercera década del S. XX, Eulz contaba con un colectivo juvenil especialmente numeroso. Un grupo superior a la treintena de jóvenes, suponía un conjunto de gran fuerza y a iniciativa suya se construyó el actual Rebote. Lógicamente, ello no fue del agrado de sus progenitores ya que por esas fechas se estaba realizando el roturo de las parcelas del Montico. A los padres les parecía que ese impulso constructivo con fines lúdicos iba a suponer un retardo en ese roturo de comunal que, ya en 1931, fue amojonado con ese fin.

Por ello, la tradición oral que nos ha llegado ha sido la versión ligeramente interesada de los jóvenes de aquellas fechas. Así pues, siempre se ha dicho que el actual Rebote fue un impulso juvenil que no gozó de la simpatía de los mayores. Siendo esto relativamente cierto, también lo es que el concejo de Eulz se involucró completamente en la construcción del nuevo espacio de juego. Las cuentas concejiles del año 1933 son claras al respecto. El pueblo de Eulz asumió los costes de los materiales y el salario de numerosos peones del valle que acudieron a las obras del frontón. Como es normal no aparecen las peonadas/orzalanas de los jóvenes del pueblo, ya que estos lo hacían de forma gratuita, pero aparecen pagos a jóvenes foráneos, entre los que claramente identificamos a personas provenientes de Larrión, Arbeiza y Aramendía, además de otros peones de más difícil vinculación. Igualmente, siempre hemos oído que la dirección de los trabajos la llevaron dos jóvenes albañiles del pueblo: Elías y Epifanio Zudaire. Pues bien, en el libro de cuentas de ese año aparecen diversos pagos a Epifanio por dichas obras.

En el banco de la pared de la iglesia hay una fecha escrita en el cemento fresco y seguramente de la mano de Epifanio: Año 1934. Siempre se ha tenido esa fecha como la indicadora de la construcción del Rebote y las cuentas corroboran esa datación, siendo la de 1933 la fecha en la que se realizó el mayor impulso de la obra. También se cuenta que los jóvenes del pueblo iban con los bueyes a la cantera de encima del Soto, de donde traían la piedra que previamente habían arrancado con pico y barra. También contaban, que había fuertes protestas verbales de sus padres. La realidad es que los jóvenes se imponían y cogían los bueyes con el carro sin mayor oposición, ya que al ser una obra colectiva era difícil que en casa se negaran.

En los pagos efectuados a Epifanio Zudaire el año 1933, también costa que una parte corresponde a trabajos efectuados en la Cabaña. No se especifica más, pero resulta claro que se refiere a la Cabaña del Montico cuyo revoco conserva, en un remate decorativo, la fecha de 1933. Además, las piedras de la esquina de esta cabaña, muestran una calidad y técnica de talla que nos señalan claramente su procedencia: estas esquinas de sillería reutilizadas, proceden de la pared del atrio de la iglesia que fue desmontada para construir el nuevo frontón.

Finalmente, en 1935 el concejo de Eulz ofrece un terreno comunal a Teodoro Lana (Casa el Carpintero) para permutarlo por un trozo de su finca para que se retrasara de la alineación que mantenía con las parcelas vecinas, ya que el terreno de su propiedad llegaba casi hasta la pared del Rebote. Con esta permuta se anchó la calle y se evitó los problemas que ocasionaban las pelotas que caían con frecuencia a esa finca.

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